Quiero dejar de ser letras, que a tus ojos hacen brillar,
dejar ese ropaje metafórico que estremece de madrugada;
no ser solo el recuerdo impreciso que cruza fronteras y
se aloja en una parte intima de tu pensamiento.
Quiero ser voz, sensación, mano que desenreda tu pelo,
dedo que señala la estrella más brillante,
piernas que tiemblan ante la desnudes,
boca que se seca cuando susurras al oído.
Quiero dejar de admirar tu hermosura, como tarjeta postal,
quiero desenredar tu cabello como en un bosque Brasileño,
palpar tus pechos erguidos como montaña de los Andes,
abrir tu alma al amor, como los Argentinos abren su corazón.
Quiero vivir la caliente, sensualidad latina
como el sol de Miami, calienta las tibias manos,
en tu fuente virginal, y zambullirme en tu mar,
abrazado a tu cintura, como el Salvador a América.
Quiero que sin tabúes vengas a mí, como España viene al verso
y de cualquier palabra hace un poema o una canción.
Quiero caer embrujado danzando, como cumbia de Colombia
solos tú y yo frente al computador navegando .
Quiero en este equinoccio de invierno
hacer más cortas las distancias, que me prestes tus manos,
tus labios, tus piernas, tu pensamiento y tus poemas
que vengas desde donde estas esperando mi verso.
Quiero verte aquí, sentirte aquí, quiero que estés conmigo
en esta última noche del deseo, en este inicio del mundo
aquí donde empieza mi patria, donde nace mi verso
y donde estas sin estar, queriendo fundirte conmigo.
Quiero hacer el milagro de la vida, el milagro de la piel, dejar de ser letra, pensamiento o poema; para ser yo
acariciarte, quererte, volverte loca, amanecer en tus manos
diluirme en tu cuerpo, ser yo, dentro de ti.
dejar ese ropaje metafórico que estremece de madrugada;
no ser solo el recuerdo impreciso que cruza fronteras y
se aloja en una parte intima de tu pensamiento.
Quiero ser voz, sensación, mano que desenreda tu pelo,
dedo que señala la estrella más brillante,
piernas que tiemblan ante la desnudes,
boca que se seca cuando susurras al oído.
Quiero dejar de admirar tu hermosura, como tarjeta postal,
quiero desenredar tu cabello como en un bosque Brasileño,
palpar tus pechos erguidos como montaña de los Andes,
abrir tu alma al amor, como los Argentinos abren su corazón.
Quiero vivir la caliente, sensualidad latina
como el sol de Miami, calienta las tibias manos,
en tu fuente virginal, y zambullirme en tu mar,
abrazado a tu cintura, como el Salvador a América.
Quiero que sin tabúes vengas a mí, como España viene al verso
y de cualquier palabra hace un poema o una canción.
Quiero caer embrujado danzando, como cumbia de Colombia
solos tú y yo frente al computador navegando .
Quiero en este equinoccio de invierno
hacer más cortas las distancias, que me prestes tus manos,
tus labios, tus piernas, tu pensamiento y tus poemas
que vengas desde donde estas esperando mi verso.
Quiero verte aquí, sentirte aquí, quiero que estés conmigo
en esta última noche del deseo, en este inicio del mundo
aquí donde empieza mi patria, donde nace mi verso
y donde estas sin estar, queriendo fundirte conmigo.
Quiero hacer el milagro de la vida, el milagro de la piel, dejar de ser letra, pensamiento o poema; para ser yo
acariciarte, quererte, volverte loca, amanecer en tus manos
diluirme en tu cuerpo, ser yo, dentro de ti.
LENNOX
1 comentarios:
Desde todas las fronteras del ancho mundo, es ahí donde he viajado contigo, pero sí después de tanto viaje he decido quedarme en esta morada tranquila, es porque sólo tu existir consuela a mis letras, las cuales sobre el ancho mundo expresan mis más secretos pensares. Si es que este ha de ser mi refugio, entonces, contesta porfavor ¿Porqué ni una sola imágen tuya puedo tener? ¿Porqué si he sido transparente contigo? o es que acaso ocultas algo. Yo no quiero interferir en tu camino ni que hagas ilusiones de este corazón iluso, porque de ser así prefiero no saber más de tí. Habla con la verdad y en forma directa, pues de lo contrario mi mano dejará de sentir tus letras. No quiero ser sólo un capricho de letras, por el contrario, quiero ser más que un poema y eso es lo que he venido diciendote desde hace unos días... mi paciencia es mucha, pero siento que no durará más si no me dices la verdad. Yo no pretendo enjuciarte, sólo que hagas gala de esa virtud tuya la VERDAD y no mentiras ni mezquindades.
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