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EL GUSTO POR LAS GOTAS DE AGUA

Podría decirse que aquí, en este lugar, se respira una gran paz, es como una especie de nirvana, un pedazo de cielo, en donde caben muchos dioses y un mundo donde se reconocen varios, sin tocarse.

Lo maravilloso de esta parte de la vida, es que todos pasamos como asteroides, cercanos a los otros mundos y nuestras fantasías no tocan las otras quimeras, no despiertan los sueños ya soñados .que se han quedado en la piel y el bostezo.

El terapeuta, nos ha enseñado a no intentar entrar , en el mundo de los demás. Nos ha dicho que cuando se equinoxian las almas, el pensamiento se puede primaverar y los mundos conjugar; podemos volvernos cuerdos y terminar con la mas bellas de las utopias posibles ,eso ya no convence a nadie en los otros mundos y es por eso que todos, se fugan a este.

Es por eso, que cuando siento ataques de nostalgia, de melancolía, me meto en medio de los cerros y busco ansioso mis alas que deje un día, cuando perseguí una ilusión, donde el vendaval sorprendió mi noche y sin brújula, me arrastro a este lugar, donde hoy trato de buscarme y encontrarme a través del recuerdo; pero sin encontrar mis alas ni el motivo para volar, solo la pretensión de mi alma, de querer salir.

Siempre de tarde, como a eso de las cinco, me gusta pegarme a la ventana, como mariposa en otoño, como hoja caída; esperando a que ella atraviese el jardín y venga un día .como estrella fugaz, como luna. Como tantas promesas de descubrir la vida encerrada en una gota de agua, en un parpadear del cielo y enojo de nube negra, de otoño

Escuchar su taconeo por las baldosas, como toquidos de puerta, que se silencian y toma forma de caricia clandestina, como visita de tarde y de prisa..........Siempre deprisa, por su excesivo trabajo y sus temores de llegar tarde a ningún sitio.

Ahora cuando llueve, creo que la recuerdo menos en las gotas de agua, es solo su aroma a hierba, a flores de violeta, a aire, a nostalgia, a locura; es solo el viento que pasa y no el desvarío, que me trajo a buscarla hasta aquí, donde existen otros que la han amado.

A veces, recuerdo con dulzura su cuerpo de nieve, extendido en la cama, las copas de vino rodando por la alfombra y el sabor a miedo disipándose por el cuarto aquel, donde el vitral daba al cielo, en las tardes de julio, cuando llover, era para el cielo, como el respirar para el hombre.

Creo que ahí fue, en el cumpleaños de León, cuando ella estaba recostada en el sillón de piel, pidiendo tristemente que la acariciara y fue cuando, poco a poco fue desgranando su historia, historia que me pareció fantástica, esa fue entre muchas, entre todas, la que mas recuerdo hoy en día y que es cuando tengo mas tiempo para relatarlas en la soledad de estas sabanas blancas .

De su gusto por las gotas de agua, me le contó con tanto entusiasmo y durante tanto tiempo, que al terminar la platica, ella y las gotas de agua eran para mí ,la misma cosa y desde entonces, me convertí, en un adicto a las caídas de agua, cascadas, cataratas, fuentes, bañeras, ríos, lagos, lagunas, desde luego el mar,

Me dio por buscar en el cielo la más pequeña señal de lluvia; y si esta existía ,entonces; Rogarle a todos los dioses; el que tuvieran a bien desencadenarla, así fuera solo por unos segundos.
Por un curioso proceso mental, que aun no me explico, no veía el agua en su conjunto; sino atomizada, como gotas, siempre como gotas.

Por las mañanas me levantaba rápido, como un desesperado para buscar en el periódico, él pronostico del tiempo, deseando con toda el alma: Se anunciara por lo menos una llovizna y desde luego, que no se equivocaran los meteorólogos.

Se convirtió en un problema bañarme o simplemente lavarme las manos, pues podía durar horas o días contemplando alucinado los miles de millones de gotas que brotaban de las llaves, al hacerlo, si lo hacia en un lugar publico, esto causaba terribles y feroces protestas de quienes requerían usar el agua. .

Uno de mis grandes placeres, como lo era ir al mar; se volvió imposible, desde aquella vez, que unos marineros qué patrullaban la playa, me sacaron, en plena madrugada por la fuerza, casi ahogado.

cuentan y no se explican, como, soporte un día tan particularmente caluroso, sin moverme dentro del mar, solo observando a mí alrededor.

Entiendo que para una persona sensata, era difícil comprender lo que me estaba sucediendo, mis amigos estaban realmente preocupados por lo que aquí he relatado y por otras cosas extrañas que percibían en mi conducta, es posible que se piensen en lo desmesurado de mi reacción; ante el sencillo hecho de que me contara que a ella le gustaran y disfrutara intensamente las gotas de agua

Pero había mucho mas que eso, ese particular gusto lo pensé como una clave secreta para conocerla, en cierto sentido para penetrar en ella, como una guía que me llevara al centro de sus emociones, y de lo que ella era, pues no se trataba de un interés cualquiera y general por las gotas.
se trataba de un interés ligado a sus orígenes, a lo que definía su espiritualidad, su idea de la vida, que se ligaba a las cosas que amaba verdaderamente

Me decía que el placer de verlas , sentirlas deslizarse sobre sus hombros, mirarlas saltar y brillar al filo de sus brazos ,observarlas escurrir lentamente por su vientre, o de sentir el roce de las pequeñas esferas cristalinas recorriendo sus senos al bañarse, no tenia para ella ningún sentido erótico ningún disfrute sensual, sino que la transportaban.

Cuando ella hablaba de sus reencarnaciones, el olor a musgo, a plantón, se perdía en los relatos Poseidón, hablaba de las gotas de vida, de las balas de Triton, de las gotas de lluvia al caer y de cómo estaban haciendo estragos en su vida y una particular forma de vivir el presente, atada a un pretérito; Conjugado, en la continuación del amor encontrado. ;lo cual se me hacia un galimatías, pero era algo importante para ella y yo trataba de entenderlo: por supuesto que ahora le entiendo mejor que aquellas ves que me lo comento de camino a la playa, cuando vaciaba un termo de agua en sus redondos e inquietos pechos.

Pensé entonces que observar las gotas con detenimiento y descubrir los misterios que encerraban me ofrecerían la posibilidad de comprenderla. Ya que la historia de las gotas de agua, fue lo único que me contó con intensidad y fluidez.

(Debo aclarar que fue lo único
que me contó con intensidad y fluidez)

LENNOX

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