Cuando a tu vientre, como surco de la tierra
Llega aquella primera semilla, el cúmulo de emociones y desconciertos se hicieron presente en tu vida y dejaste para siempre de ser mortal; Para convertirte en Diosa de tu Olimpo.
Solo los que saben y tienen vida, pueden dar vida a los demás, solo los Dioses engendran vida e irradian amor, a los otros Dioses.
Cuando uno siembra un árbol, piensa que será, grande y frondoso, además que todos reconocerán la frescura de su cercanía.
Y se cobijaran en su sombra ,
además que la disfrutaremos.
Que largo proceso y difícil camino el ser madre, entre noches duermevelas, preocupaciones cotidianas, atenciones desmedidas y el desgaste del amor entre la urgencia de la vida y su materialización que se pasa ligera;
El sueño que forjamos en nuestro vientre, ya es extraño a nuestro corazón, ya no come de nuestra pecho y sus gracias no son para nosotros.
Los crios tienen alas y abandonan el nido. O estando en él, vuelan con alas libres y el amor dejado en su alma aun no florece, no madura; en los días que se viven hay de todo: desde ignorarse uno al otro, pelarse por tonterías, reírse juntos o tomar un helado en cualquier tarde del verano o naciente otoño.
En un tiempo, ser madre, fue el más difícil reto para ella, por todas esas cosas, que dependían de la propia lucha desamparada.
Ahora ser madre es mucho más difícil
¿Por que?
¿Se puede reclamar el amor,? ¿rechazar un regalo?
¿Borrar un día?
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