La noche esta silenciosa,
las palabras golpean
Estruendosa la quietud.
El verso es escandaloso
La noche serena;
dejando contaminar mi vida, del humo,
de mi penúltimo cigarrillo
Fumo luego escribo
existo, fumo y escribo
además.......divago.
Es poca cosa para la noche,
Es tarde para el silencio.
Los pájaros buscan el canto
yo encuentro el poema.
Evoco tus corajes y amores
recuerdo tus silencios y temores.
Me consuelan tus cartas una vez enviadas
que cayeron en mi vida, como fuego amigo
como comando de asalto.
Estoy fumando mi ultimo cigarro
castigando mi cuerpo, fastidiando mis pulmones
pensando en enfermeras, en la salud
tu llevando vida y salud,
yo provocando a la muerte
LENNOX
DE NOSTALGIAS, AMORES Y OTROS COLORES DE OLVIDOS
Publicado por
EL QUETZAL EN VUELO
en
8:28
Etiquetas:
AMORES Y OTROS COLORES DE OLVIDOS,
DE NOSTALGIAS
Ya sé, que en esta tarde, andas por ahí
Como siempre en mis versos, escondida y ocupada.
camuflageada entre letras, tardes y situaciones.
Todas mis letras saben de ti,
porque soy como rió al mar;
Todos mis causes van hacia ti.
Puede, que hoy escuches mis versos y ellos no te toquen,
Aunque sabes que todos ellos, tienen algo de ti;
sin embargo, los sientes como lluvia en tejaban AJENO.
En aquellos tiempos, hubo una desesperanza, cuando tu amor era preciso
hoy que tu amor es lejano y la nostalgia ha creado esto que ves,
Té ocultas en la impunidad del desamor y de nueva cuenta, recorres mis versos
como el primer recuerdo, de aquel día de escuela.
Un día después de la lluvia de tu olvido
Me dije para mí, ¿cómo será su olvido sin el recuerdo?
y la respuesta fue:
¿Que venga pues el amor, en cada tarde,
Como mariposa, en cada flor; como tu presencia en cada verso
Aquella tarde gris de otoño, que me pediste que no te amara,
yo no quería hacerlo, porque mi alma robaste y mataste,
Porque esa tarde habías venido para eso;
El corazón ya esta bajo la pluma, cuando el arco iris de tu desamor brilló.
Me dijo entonces, su tono oscuro
que la sombra de tu amor en mis versos, se estaba extinguiendo,
Y de nueva cuenta, volvía a brillar la vida.
Yo sé, que cuando estos versos este prosando,
como siempre estarás ahí, nunca dirás presente
Pero tus suspiros vendrán a mí, como mariposa a mi pecho.
estarás como siempre,
estarás como hoy, callada, como es tu actitud,
envuelta en silencio después de mi ansiedad
para volverme a mis nostalgias y colores de un olvido
que solo tu sabes pintar.
LENNOX
Como siempre en mis versos, escondida y ocupada.
camuflageada entre letras, tardes y situaciones.
Todas mis letras saben de ti,
porque soy como rió al mar;
Todos mis causes van hacia ti.
Puede, que hoy escuches mis versos y ellos no te toquen,
Aunque sabes que todos ellos, tienen algo de ti;
sin embargo, los sientes como lluvia en tejaban AJENO.
En aquellos tiempos, hubo una desesperanza, cuando tu amor era preciso
hoy que tu amor es lejano y la nostalgia ha creado esto que ves,
Té ocultas en la impunidad del desamor y de nueva cuenta, recorres mis versos
como el primer recuerdo, de aquel día de escuela.
Un día después de la lluvia de tu olvido
Me dije para mí, ¿cómo será su olvido sin el recuerdo?
y la respuesta fue:
¿Que venga pues el amor, en cada tarde,
Como mariposa, en cada flor; como tu presencia en cada verso
Aquella tarde gris de otoño, que me pediste que no te amara,
yo no quería hacerlo, porque mi alma robaste y mataste,
Porque esa tarde habías venido para eso;
El corazón ya esta bajo la pluma, cuando el arco iris de tu desamor brilló.
Me dijo entonces, su tono oscuro
que la sombra de tu amor en mis versos, se estaba extinguiendo,
Y de nueva cuenta, volvía a brillar la vida.
Yo sé, que cuando estos versos este prosando,
como siempre estarás ahí, nunca dirás presente
Pero tus suspiros vendrán a mí, como mariposa a mi pecho.
estarás como siempre,
estarás como hoy, callada, como es tu actitud,
envuelta en silencio después de mi ansiedad
para volverme a mis nostalgias y colores de un olvido
que solo tu sabes pintar.
LENNOX
RAZON DE VIVIR
Hoy que la distancia acerca nuestras ansias,
Mi cuerpo requiere de tus caricias primaveral,
Que hicieron reverdecer mis días felices y dieron a mi vida
Una razón para vivir.
Recuerdo aquella tarde-noche, que llegaste a mí soledad
Como compañía, como poema enviado en cumpleaños;
Después, fueron tiempos de jugar al gato y al ratón,
Hasta que tu voz se hizo en el teléfono y comenzó la vida
Fue hermoso vivir cada día pendiente de tu amor,
De tus caricias y atenciones, que iban robándome el corazón,
Escribiendo en cada parte de mi, anhelos que nunca se borran
Y que hoy que estas tan lejos, parecen revivir .
Yo solo digo cosas, que calla mi corazon triste
Y que quiero que al leer estas notas, al sentir esta pena
Que tu amor lo guardo, donde nadie lo lastime, ni lo hiera
Solo yo quiero vivirlo, como lo viví contigo
Esas noches de placer, envueltas en el suave olor de un vino,
Hacen que no se parezcan a ninguna, son solo es;o
Pedazo de gloria que vivimos, antes del infierno
De quien no comprendió nuestro amor.
Amor
Estas tan lejos, que el dolor me hace necesitarte,
Mas que mi vida, mas que el aire que respiro;
Eres mi razón de vivir, la causa de la tristeza de mi corazón
Y causa directa de mi felicidad,
LENNOX
Mi cuerpo requiere de tus caricias primaveral,
Que hicieron reverdecer mis días felices y dieron a mi vida
Una razón para vivir.
Recuerdo aquella tarde-noche, que llegaste a mí soledad
Como compañía, como poema enviado en cumpleaños;
Después, fueron tiempos de jugar al gato y al ratón,
Hasta que tu voz se hizo en el teléfono y comenzó la vida
Fue hermoso vivir cada día pendiente de tu amor,
De tus caricias y atenciones, que iban robándome el corazón,
Escribiendo en cada parte de mi, anhelos que nunca se borran
Y que hoy que estas tan lejos, parecen revivir .
Yo solo digo cosas, que calla mi corazon triste
Y que quiero que al leer estas notas, al sentir esta pena
Que tu amor lo guardo, donde nadie lo lastime, ni lo hiera
Solo yo quiero vivirlo, como lo viví contigo
Esas noches de placer, envueltas en el suave olor de un vino,
Hacen que no se parezcan a ninguna, son solo es;o
Pedazo de gloria que vivimos, antes del infierno
De quien no comprendió nuestro amor.
Amor
Estas tan lejos, que el dolor me hace necesitarte,
Mas que mi vida, mas que el aire que respiro;
Eres mi razón de vivir, la causa de la tristeza de mi corazón
Y causa directa de mi felicidad,
LENNOX
TU ME ACOSTUMBRASTE
Tu me acostumbraste,
a no escribir de madrugada, para terminar mis sueños,
a esperar tus silencios de sábados y domingos,
A imaginarte trajinando todo el día;
A buscar tu pensamiento en la prisa.
Tu me acostumbraste,
al café, a tus cartas, a la sorpresa diaria,
A compartir, aquello que solo contigo;
a vivir una ilusión en la esperanza.
Tu me acostumbraste,
a esperar que el tiempo madure la relación,
A escribir un poema para ti y un verso para tu pecho;
a que mi alma te busque por las tardes.
Tu me acostumbraste,
a los sueños a media luz, a esperar su realización,
a soltar el corazón en un viaje desconocido,
A apostar lo que se es y lo que se tiene;
A siempre ganar.
Tu me acostumbraste,
A vivir el amor, después de un coraje,
A tratar tu cuerpo, como ciudad liberada,
A leer versos de Benedetti, después del sexo,
Antes, durante y en todo tiempo.
Tu me acostumbraste,
A llegar de madrugada a tus sueños;
A brincar dos pesadillas a, corretearte por mil ensueños
A inventar cuentos de terror para tus hijas;
A emborracharme con tequila.
Tu me acostumbraste,
A compartir con tus amigas, a fumar con tus amigos
A discutir con tu pareja, a cenar con tus hijas,
A recogerte de madrugada
A esperarte de tarde, siempre en las tardes
Para hacerlas noches, duermevelas.
LENNOX
a no escribir de madrugada, para terminar mis sueños,
a esperar tus silencios de sábados y domingos,
A imaginarte trajinando todo el día;
A buscar tu pensamiento en la prisa.
Tu me acostumbraste,
al café, a tus cartas, a la sorpresa diaria,
A compartir, aquello que solo contigo;
a vivir una ilusión en la esperanza.
Tu me acostumbraste,
a esperar que el tiempo madure la relación,
A escribir un poema para ti y un verso para tu pecho;
a que mi alma te busque por las tardes.
Tu me acostumbraste,
a los sueños a media luz, a esperar su realización,
a soltar el corazón en un viaje desconocido,
A apostar lo que se es y lo que se tiene;
A siempre ganar.
Tu me acostumbraste,
A vivir el amor, después de un coraje,
A tratar tu cuerpo, como ciudad liberada,
A leer versos de Benedetti, después del sexo,
Antes, durante y en todo tiempo.
Tu me acostumbraste,
A llegar de madrugada a tus sueños;
A brincar dos pesadillas a, corretearte por mil ensueños
A inventar cuentos de terror para tus hijas;
A emborracharme con tequila.
Tu me acostumbraste,
A compartir con tus amigas, a fumar con tus amigos
A discutir con tu pareja, a cenar con tus hijas,
A recogerte de madrugada
A esperarte de tarde, siempre en las tardes
Para hacerlas noches, duermevelas.
LENNOX
HISTORIA DE PIGMALION
Hoy viene a ser como la cuarta vez que espero
Desde que se que no vendrás mas nunca,
he vuelto hacer aquel cantar del aguacero
que hizo casi legal su abrazo en tu cintura
(Mariposas Silvio Rodríguez)
Cuando despertó, busco la luz de su despertador, coincidiendo con el repiquetear. Era hora de levantarse en un día que le gustaría quedarse en cama para pensar, descansar, beber y reponerse de estos últimos cuatros años.
Recordó con agrado la metamorfosis de Frank Kafka, a pesar de ser una novela de sus años de estudiante, recordaba a los personajes, como amigos de ese tiempo. Sin embargo la insistencia del despertador le hizo brincar de la cama y disponerse a darse un baño, para salir rumbo a esa ciudad distante, para estar en las conferencias del primer día.
El baño y traslado al aeropuerto, ocurrió sin contratiempos ni consuelos personales, solo el pensamiento volando distante. Fue lo que le hizo murmurar
-¿dura una semana el congreso y justo me programan en el cumpleaños de ella para exponer mi proyecto?.........
Después, recapacito, bueno al fin de cuentas da lo mismos un aniversario que otro, -pensó-. Desde que la conozco, nunca he pasado un cumpleaños con ella........ ahhhhhhh pero como lo he deseado, se dijo sonriendo.
Al abordar el avión, pensó en terminar el sueño iniciado, pero no logro hacerlo ni cerrando los ojos, de nueva cuenta vino a su mente la importancia de ese día invadió todo el viaje , parte de su regreso y hasta la conferencia misma.
Recordó la relación que nunca habían llevado, desde aquella primera vez que la vio; las primeras y tediosas juntas de maestros, sus manos heladas en el primer saludo, sus ojos bellos y desvelados, los primeros saludos en el pasillo, la simulación de una prisa ,su intercesión por aquel muchacho , los encuentros en el chat, las veces encontrada saliendo de clase, las interrupciones explosivas solo para darles un abrazo o un poema....los tantos y variados rechazos.
Aprendió a sentir como piropos e invitación a quererla, aquella frase tan acostumbrada de ella cuando decía que se disculpaba, pero que ella no sentía lo mismo por ÉL.
Los recuerdos secaron su garganta a esas horas de la madrugada, como si fuera viernes a las siete de la tarde y se dispuso a contestar el coqueteo de la aeromoza, que desde su arribo, buscaba llamar la atención, lográndolo en ese momento, al tener por aliado la resaca del día anterior.
Para camuflajear la escasa salud, extrajo del fólder la conferencia que había preparado quince días atrás y que no había podido corregir, ni de contenido como tampoco la ortografía. Justamente al pasar la preciosa aeromoza dejo caer los papeles y ella solicita dijo inmediatamente.
-déjeme ayudarlo por favor.
-si-dijo ÉL, -en tono seductor- ayúdeme, pero con mi alma, tengo una resaca, que solo eso que usted prepara, me regresaría el alma y la vida; es la ayuda que necesito......haga lo posible por resucitarme.
-¿Cómo sabes, que yo sé lo que usted necesita y además que lo preparo muy bueno?
-porque yo lo sé todo, dijo él. Incluso conozco la historia de ese prendedor,
-¡Dios mío¡ - dijo ella-, ¿como sabe que este prendedor tiene una historia?
- Yo sé muchas cosas que te gustaría saber, pero ahora solo quisiera un trago, sé buenita, anda aquí te espero.
- -pero aun es muy temprano y no me lo permiten
- -date la maña, como otras veces
- ‘¿Oiga pues quien es usted?, ¿porque sabe tanto?
- Soy, el psíquico de las aerolíneas dijo sonriendo, en tono burlón
- Esta bien, lo intentaré -dijo ella-, viniendo mas tarde con un fresco jugo de tomate y la suerte oculta en pequeñas muestra.
Con ese recaudo, tranquilizó sus ansias y refrescó su resaca, sintió una gran paz al retomar el pensamiento y la imagen distante de ella. Y la pregunta sin respuesta ¿Cómo viviría ese día? ¿amanecería en su vida como cualquier otro?.
No conocía como festejaba sus cumpleaños, porque nunca había estado en uno, pero si había organizado mas de cuatro frustrados festejos desde aquel tiempo, ahora no estaba de mas estar tan lejos de ella, para no caer en la tentación de embriagarse e ir por su casa o pedir canciones para ella en un bar.
Solo quedaba localizarla por teléfono o el Internet, cuando el alcohol haga lo que le corresponde hacer dentro de los estragos posibles. Pero como siempre, ella no estará en casa y el celular lo apagaría y de nueva cuenta él buscaría consuelo celestial en la noche de aquel día como tantos más.
Dejo caer el fólder en su cara para no ser molestado y desfilaron por su mente los festejos, recordó sonriendo y alegre aquélla vez, que desde finales de mayo, estuvo planeando sorprenderla con un detalle, la lluvia de ideas y ocurrencias que derivo en un monumental fracaso, sin darse cuenta ella.
Pensó en regalarle un folleto con sus mejores poemas, pero deshecho la idea, porque a ella no le gustaba su poesía, luego le vinieron la ocurrencia de su amigo Fabián, de disfrazarse de conejo Él mismo e ir a bailarle a su escuela, cuidando hasta el menor detalle para no ser identificado. Fabián trabajaba en la frontera e iba a las oficinas a dejar regalos o flores y les cantaba las mañanitas a los festejados y un saludo grabado, que él imitaba con sus labios, Fabián mismo le habría brindado su ayuda y el vestuario, era una gran idea y oportunidad, pero algo difícil de lograr, conociendo como era ella, se decidió por enviarle un ramo de flores y verla de lejos al salir.
Después vino lo más emocionante del año siguiente, una preparación meticulosa, planeada hasta la forma de respirar, requería de un una sola señal; ver si estaba en su oficina, comprar langosta, vino tinto, un mantel rojo y las flores; el plan era: asaltar su oficina e invitarla a comer, ahí en la estrechez de su oficina y la grandeza de su aniversario, disfrutarla media hora antes que nadie y quizás el vino, las flores y el momento, lograra decir unas gracias y vivir sin prisas ese momento, fue emocionante el preparativo, porque todo iba bien.
Aquella vez tenia todo visto y preparado, solo era cuestión de verificar si estuviese en su oficina a esas horas.
Al pasar por el estacionamientito, miro su carro y de ahí, echo andar toda la maquinaria: Flores, vino helado, langosta, copas, todo como lo requería esa fecha y motivo, pero ¡ohhhhhhhhhhh sorpresa!, al regresar con todo, ya la paloma había volado; en su casa no contestaban y el celular apagado, ......como siempre, como hoy, como solo ella lo sabe hacer, cuando no quiere algo, parece que el cielo la escondiera y toma por cómplices la luna y las estrellas.
En otro frustrado intento, pícaramente recordaba cuando escogió el regalo; la mejor y vistosa ropa interior color deseo con detalles de esperanza que había soñado en sus tantas noches de construcción Pigmaleana, fue una experiencia turbadora, precisar la talla , escoger en cada uno de su especie, si tanga, calzón o sostenedor, imaginar su cuerpo con medidas mas que erotismo. Quería que ella luciera como en aquel sueño, que había amanecido con las ansias derramadas y despierto el futuro. Siempre resulta tarea difícil vestir a una diosas y sobre todo cuando se tiene algo de pasión sacrílega.
Que extraño le resultaba después de un sueño, amanecer con su olor, pegado al cuerpo como tatuaje, como restos de humedad, siempre le pasaba lo mismo y nadie era capaz de creerlo, ni tan siquiera Matilda su Psicoanalista, victima de miles de historias, cómplice y amiga de multos años.
En ocasiones, le había contado, como al levantarse describía su vestir y al llegar a verla, iba tan exacta, como si él mismo la hubiera cambiado, conocía tan bien su guardarropa, sin haberlo visto una sola vez y sin aún caer en el boyerizo. Matilda decía que no podía ser y que tampoco caía en un problema paranormal y mejor ni lo discutía, porque resultaba difícil de creer.
Los otros cumpleaños fueron algo distante, cuando se fue a realizar un estudio, otras amistades, otros cielos, mucho trabajo y hasta auto olvido.
Un día intento ser un duende, otro un ave, después un maestro y siempre la encontró distante como es. En aquel aniversario, le dio el máximo regalo que pudiera ella desear, solo una nota deseándole felicidad, no hubo nada mas, solo una nota que quizás ni leyó y pensaría que se olvido de ella y de su cumpleaños en particular, como si no fuera lo mas deseado y esperado del año.
Aquel día, se auto prohibió pasar por su trabajo. Mencionar su nombre, escribir una nota, se prohibió todo lo relacionado con ella e intento ser un hombre nuevo, otra persona, experimentó miles de formas y caminos antes de llegar a lo que ahora es, se sintió como quetzal enjaulado.
En aquélla ocasión, al estar platicando con la Maestra Betsy, ella le confió casi a escondida que era su cumpleaños, a lo que él reaccionó, que tenia ganas de vivir un cumpleaños y sintió de buen agrado la invitación a comer y festejar así un cumpleaños en ese día.
La misantropía, se esfumo por completo en aquel restaurante tan lleno de gente conocida, tan mal que le caía andar en sitios públicos, donde todo mundo acude, saludar , estrechar manos conocidas y desconocidas. Aun en su aparente sociabilidad y extroversión, sentía cierto agrado en buscar la soledad, le gustaba la montaña, el mar en invierno, la calma de los días de julio y agosto en la ciudad de México, caminar por las estrechas calles de Guanajuato donde nadie lo conocía, entrar a una cantina en Zamora, caminar con el dorso desnudo por las callejuelas de Zitácuaro, ir descalzo por Hidalgo y viajar sin prisa y periódico en el metro de Ciudad de México.
En aquella comida, pensó con todas sus fuerzas que era ella misma la festejada y jugó a lo que se estaba acostumbrando, cuando le pregunto sobre el perfume que traía, le sorprendió que fuera el mismo que usa ella, tenia esa risa y postura de adolescente enamorada. No recuerda con precisión cuando termino ese festejo, ni como llegó al Olimpo, a la hora en que los dioses se embriagan con el atardecer.
En todo este tiempo había logrado amar su alma, su imagen, su figura imaginaria de todos los días, su cuerpo, su pelo, sus coincidencias; sus miles de manera de conseguir lo que quería, lo que tenia; porque ella tenia todo, pero menos un tiempo para el amor.
La calma del viaje, y el consuelo del pensamiento, Ginebró su corcel imaginario cuando fue convidado por Morfeo hacia su reino, ahí se dispuso construirla , hacerla a imagen y semejanza de sus versos, de sus sueños, de sus locos arrebatos de todos los días compartidos en la imaginación de la nostalgia.
Construir en su mente y papel aquella figura dispuesta, que siempre tenia algo que decir de sus versos, siempre estaba en su pensamiento, la que no tenia mas trabajo que amarla y quererse, era raro ir a su pensamiento y encontrarla sin relojes, ni computadoras y con tiempo para lo que se precisará.
Muchas veces se fugaron a la laguna en calma, donde llegaban en su unicornio, le regalaba las más bellas rosas de cristal con lunas y soles brillantes, ahí tenían su nido todas las estrellas fugaces y arco iris, que los despechados esperaban en cualquier valle para pedirles un deseo, ellos las lanzaban al cielo como cometas, como flechas, como dardos, como sueños.......como ilusión fugaz
Cuantas noches de sus vidas, tirada en la tibieza de la arena de sus costas, había pedido que la amara; despacio, arrebatado, con poesías, después de la última copa, revolcados ente olas blancas y cubiertos de sal; era ahí, donde le pedía una historia, que le buscara una estrella, que seleccionara el mejor destello de la oscuridad y lo pusiera en su pelo color miel y cobijo del celo de la noche..
Era el lugar visitado los jueves, los lunes y después del viernes, era refugio en la soledad, contacto con la naturaleza, la música del agua cuando cae, de las aves cuando se cortejan, juegan y discuten. El aire al pasar dejaba un canto suave que le soplaba en el oído, ella le contaba las canas y planchaba sus arrugas, con sus ruidosos silencios, preguntando la historia de cada una.
Esos días, no tuvo tiempo de reflexionar en todo el cúmulo de experiencias vividas, no sabia exactamente cual era el papel que estaba tomando, pero le gustaba todo lo que sé estaba dando y que no terminara nunca, ni que dejara de venir a este lugar, cercano al cielo, donde los dioses habían dispuesto y regalado para ese día de amor y promesa de la vida.
Es tan linda, tan joven y agradable; en la cama algo soñado y realizado, capaz de tatuar en la piel su aroma y dibujar en mis noches, todas esas formas de hacer el amor, de irlo construyendo, despacio, con frases, con movimientos, con su boca deslizando mi nombre , poemas sentidos y en sus espalda jugando con mi imaginación despierta , atravesando su piel una y otra vez.
Una noche no basta para engañar la luna y sus estrellas, diciendo que soy su Pigmaleon, pero siento y vibro con las letras de su nombre y se me paraliza la vida pensándo y deseando volver a este lugar.
Aun siento el olor de su piel pegada a mí, la sabia de mi cuerpo haciendo explosión y su voz de nueva cuenta, pidiéndo otra vez que la lleve de paseo al cielo y sus infiernos, a la felicidad. Mientras voy creando otra historia y cuentos de amor, para dormir juntitos, un sueño despierto
Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhyyyyyyyyyyy amor, cuantas cosas en un solo día, ahora si te puedo decir que mi cuerpo pregunta por ti, ha pasado a penas dos sueños y ya te extraño, quisiera estar contigo todo el tiempo, bajar y subir por tu cuerpo como lo hace tu respiración, de los pies a la cabeza.
Quisiera que nunca pensaras en las cosas que no te gustan de mí, en mi condición prohibida y negada a tu conciencia primera, que me dejaras sentir y amar, como lo que era, como lo que soy, con toda la suerte de no tener lo que te disgusta ni ser de nadie mas; que dejaras aquellas cosas que te han hecho huir.
Que hermoso, solo de mí y de nadie mas, disfrutar tu cuerpo, besarte despacio, que sientas mi felicidad caliente bajar por tu cuello, que me mires con esos ojos de luz, de esperanza, tentar tu corazón, aspirar su aroma, acariciar tus carnes duras, tus robustos pechos; bajar por tu cadera, danzar a los son del respirar, en un vaivén de tu cuerpo, probar tu sabia, como se prueba la miel, con los sueños llenos de ti y conservar sus letras como poema clásico.
Nunca mas, de nadie, solo mía, solo yo penetrando lo más recóndito de ti, traspasar tu cuerpo y quedarme ahí, como se quedan los pajarillos en los nidos, después beber en tu cuerpo todos los sabores , los recuerdos, los sueños. Quedarme abrazado frente a ti, sintiendo tu corazón joven latir en mi pecho, mientras tu mano traviesa y cierta va por mas vida.
Me gusta recorrer tu cuerpo sin complejos, entrar y salir por todos los lados, hacerte el amor, que no haya lugar sin visitar, que no haya prisas, poesías sin vivir, tomarte toda, despacio, con la calma que tienen los que saben que después de mucho esperar, llego la primavera a juntarse al otoño.
Verte de frente y sin prisas, ni trabajos por hacer, disfrutando este amor, ver la majestuosidad de tu cuerpo, que se mueve hacia mí, ensayar mil forma de ver y sentir la noche, inventar juegos, deshacer aquellas formas que nos enojan e intentar otras que nos gusten........... en la noche misma escuchar tu piel, tus piernas acariciando mi pelo y tu como sirena, dejarte llevar a nuevos tsunamis, hacerte temblar, provocar en ti uno, dos, cinco, mil, dos mil letras inéditas y todas aquellos canciones que tu cuerpo resista y que tu piel quiera.
Después, caer fatigados en un sueño, dormir en tus brazos, que acaricies mis sueños e inconsistencias, que me quieras, que me digas una y otra vez; -aunque me mientas- que eres feliz, que me amas, que me invites de nuevo a entra en ti y disfrutar toda tu magia, despierten de nuevo las ganas y prenderme, incendiarme en la hoguera de tu piel, de tu cuerpo......como la primera vez, sin penas, sin vergüenzas y con algo de amor renaciente.
Estar contigo lo revoluciona todo y hace que las cosas parezcan distintas, pones magia a todo lo que tus ves y yo me quiero ver en tus ojos, que me hables, que me digas cosas lindas y luego me preguntes por mi vida y yo abra celoso el baúl de mis sueños y recuerdos y los deposite en tu pecho como caja de Pandora, abierta a los misterios, a todas las sorpresas y milagros de este día..
quiero siempre estar ahí
Cuando ya desnuda de sueños, se disponía a contra luz aparecer como llama incandescente frente a sus ojos, con la intención de incendiar el fuego de sus cuarenta grados, sintió que alguien le hablaba y movía sus hombros, escuchando a lo lejos la voz: .
_Despierta dormilón, ya hemos llegado, -le dijo la aeromoza, extendiendo una tarjeta, es mi día de descanso y estaré en la ciudad, búscame para que cuentes tus misterios y lo que sabes del prendedor.
EL se incorporó en el asiento, con un terrible dolor de nostalgia y ansioso por la interrupción su sueño pigmaleonico.
-Te llamaré por la tarde _le dijo,_ juntando los papeles desordenados que habían quedado.
Bajando a tumbos del avión, visualizo a quien venia por él, para llevarlo al congreso.
-¿qué tal el viaje?
-maravilloso,
¿Maravilloso?
- ¿Pensé lo contrario a decir por tu aspecto?
- Bueno así como este viaje, puedo ir a la luna, pero me quedo en las estrellas.
-Bien, vamos pues.
Al abordar el coche, fijó la vista en lo grisáceo del panorama citadino y como para huir de la psicosis urbana de marchas, claxon y vendedores; intento refugiarse en las notas de una canción;
Que maneras mas curiosas
De recordar tiene uno, que maneras mas curiosas
Hoy recuerdo mariposas
Que ayer solo fueron humo
Mariposas mariposas
Que emergieron del oscuro
bailarinas silenciosas
tu tiempo era, ahora una mariposa, navecita blanca delgada nerviosa
siglos atrás, inundaron un segundo debajo del cielo, encima del mundo tu tiempo era ahora una mariposa
LENNOX
Desde que se que no vendrás mas nunca,
he vuelto hacer aquel cantar del aguacero
que hizo casi legal su abrazo en tu cintura
(Mariposas Silvio Rodríguez)
Cuando despertó, busco la luz de su despertador, coincidiendo con el repiquetear. Era hora de levantarse en un día que le gustaría quedarse en cama para pensar, descansar, beber y reponerse de estos últimos cuatros años.
Recordó con agrado la metamorfosis de Frank Kafka, a pesar de ser una novela de sus años de estudiante, recordaba a los personajes, como amigos de ese tiempo. Sin embargo la insistencia del despertador le hizo brincar de la cama y disponerse a darse un baño, para salir rumbo a esa ciudad distante, para estar en las conferencias del primer día.
El baño y traslado al aeropuerto, ocurrió sin contratiempos ni consuelos personales, solo el pensamiento volando distante. Fue lo que le hizo murmurar
-¿dura una semana el congreso y justo me programan en el cumpleaños de ella para exponer mi proyecto?.........
Después, recapacito, bueno al fin de cuentas da lo mismos un aniversario que otro, -pensó-. Desde que la conozco, nunca he pasado un cumpleaños con ella........ ahhhhhhh pero como lo he deseado, se dijo sonriendo.
Al abordar el avión, pensó en terminar el sueño iniciado, pero no logro hacerlo ni cerrando los ojos, de nueva cuenta vino a su mente la importancia de ese día invadió todo el viaje , parte de su regreso y hasta la conferencia misma.
Recordó la relación que nunca habían llevado, desde aquella primera vez que la vio; las primeras y tediosas juntas de maestros, sus manos heladas en el primer saludo, sus ojos bellos y desvelados, los primeros saludos en el pasillo, la simulación de una prisa ,su intercesión por aquel muchacho , los encuentros en el chat, las veces encontrada saliendo de clase, las interrupciones explosivas solo para darles un abrazo o un poema....los tantos y variados rechazos.
Aprendió a sentir como piropos e invitación a quererla, aquella frase tan acostumbrada de ella cuando decía que se disculpaba, pero que ella no sentía lo mismo por ÉL.
Los recuerdos secaron su garganta a esas horas de la madrugada, como si fuera viernes a las siete de la tarde y se dispuso a contestar el coqueteo de la aeromoza, que desde su arribo, buscaba llamar la atención, lográndolo en ese momento, al tener por aliado la resaca del día anterior.
Para camuflajear la escasa salud, extrajo del fólder la conferencia que había preparado quince días atrás y que no había podido corregir, ni de contenido como tampoco la ortografía. Justamente al pasar la preciosa aeromoza dejo caer los papeles y ella solicita dijo inmediatamente.
-déjeme ayudarlo por favor.
-si-dijo ÉL, -en tono seductor- ayúdeme, pero con mi alma, tengo una resaca, que solo eso que usted prepara, me regresaría el alma y la vida; es la ayuda que necesito......haga lo posible por resucitarme.
-¿Cómo sabes, que yo sé lo que usted necesita y además que lo preparo muy bueno?
-porque yo lo sé todo, dijo él. Incluso conozco la historia de ese prendedor,
-¡Dios mío¡ - dijo ella-, ¿como sabe que este prendedor tiene una historia?
- Yo sé muchas cosas que te gustaría saber, pero ahora solo quisiera un trago, sé buenita, anda aquí te espero.
- -pero aun es muy temprano y no me lo permiten
- -date la maña, como otras veces
- ‘¿Oiga pues quien es usted?, ¿porque sabe tanto?
- Soy, el psíquico de las aerolíneas dijo sonriendo, en tono burlón
- Esta bien, lo intentaré -dijo ella-, viniendo mas tarde con un fresco jugo de tomate y la suerte oculta en pequeñas muestra.
Con ese recaudo, tranquilizó sus ansias y refrescó su resaca, sintió una gran paz al retomar el pensamiento y la imagen distante de ella. Y la pregunta sin respuesta ¿Cómo viviría ese día? ¿amanecería en su vida como cualquier otro?.
No conocía como festejaba sus cumpleaños, porque nunca había estado en uno, pero si había organizado mas de cuatro frustrados festejos desde aquel tiempo, ahora no estaba de mas estar tan lejos de ella, para no caer en la tentación de embriagarse e ir por su casa o pedir canciones para ella en un bar.
Solo quedaba localizarla por teléfono o el Internet, cuando el alcohol haga lo que le corresponde hacer dentro de los estragos posibles. Pero como siempre, ella no estará en casa y el celular lo apagaría y de nueva cuenta él buscaría consuelo celestial en la noche de aquel día como tantos más.
Dejo caer el fólder en su cara para no ser molestado y desfilaron por su mente los festejos, recordó sonriendo y alegre aquélla vez, que desde finales de mayo, estuvo planeando sorprenderla con un detalle, la lluvia de ideas y ocurrencias que derivo en un monumental fracaso, sin darse cuenta ella.
Pensó en regalarle un folleto con sus mejores poemas, pero deshecho la idea, porque a ella no le gustaba su poesía, luego le vinieron la ocurrencia de su amigo Fabián, de disfrazarse de conejo Él mismo e ir a bailarle a su escuela, cuidando hasta el menor detalle para no ser identificado. Fabián trabajaba en la frontera e iba a las oficinas a dejar regalos o flores y les cantaba las mañanitas a los festejados y un saludo grabado, que él imitaba con sus labios, Fabián mismo le habría brindado su ayuda y el vestuario, era una gran idea y oportunidad, pero algo difícil de lograr, conociendo como era ella, se decidió por enviarle un ramo de flores y verla de lejos al salir.
Después vino lo más emocionante del año siguiente, una preparación meticulosa, planeada hasta la forma de respirar, requería de un una sola señal; ver si estaba en su oficina, comprar langosta, vino tinto, un mantel rojo y las flores; el plan era: asaltar su oficina e invitarla a comer, ahí en la estrechez de su oficina y la grandeza de su aniversario, disfrutarla media hora antes que nadie y quizás el vino, las flores y el momento, lograra decir unas gracias y vivir sin prisas ese momento, fue emocionante el preparativo, porque todo iba bien.
Aquella vez tenia todo visto y preparado, solo era cuestión de verificar si estuviese en su oficina a esas horas.
Al pasar por el estacionamientito, miro su carro y de ahí, echo andar toda la maquinaria: Flores, vino helado, langosta, copas, todo como lo requería esa fecha y motivo, pero ¡ohhhhhhhhhhh sorpresa!, al regresar con todo, ya la paloma había volado; en su casa no contestaban y el celular apagado, ......como siempre, como hoy, como solo ella lo sabe hacer, cuando no quiere algo, parece que el cielo la escondiera y toma por cómplices la luna y las estrellas.
En otro frustrado intento, pícaramente recordaba cuando escogió el regalo; la mejor y vistosa ropa interior color deseo con detalles de esperanza que había soñado en sus tantas noches de construcción Pigmaleana, fue una experiencia turbadora, precisar la talla , escoger en cada uno de su especie, si tanga, calzón o sostenedor, imaginar su cuerpo con medidas mas que erotismo. Quería que ella luciera como en aquel sueño, que había amanecido con las ansias derramadas y despierto el futuro. Siempre resulta tarea difícil vestir a una diosas y sobre todo cuando se tiene algo de pasión sacrílega.
Que extraño le resultaba después de un sueño, amanecer con su olor, pegado al cuerpo como tatuaje, como restos de humedad, siempre le pasaba lo mismo y nadie era capaz de creerlo, ni tan siquiera Matilda su Psicoanalista, victima de miles de historias, cómplice y amiga de multos años.
En ocasiones, le había contado, como al levantarse describía su vestir y al llegar a verla, iba tan exacta, como si él mismo la hubiera cambiado, conocía tan bien su guardarropa, sin haberlo visto una sola vez y sin aún caer en el boyerizo. Matilda decía que no podía ser y que tampoco caía en un problema paranormal y mejor ni lo discutía, porque resultaba difícil de creer.
Los otros cumpleaños fueron algo distante, cuando se fue a realizar un estudio, otras amistades, otros cielos, mucho trabajo y hasta auto olvido.
Un día intento ser un duende, otro un ave, después un maestro y siempre la encontró distante como es. En aquel aniversario, le dio el máximo regalo que pudiera ella desear, solo una nota deseándole felicidad, no hubo nada mas, solo una nota que quizás ni leyó y pensaría que se olvido de ella y de su cumpleaños en particular, como si no fuera lo mas deseado y esperado del año.
Aquel día, se auto prohibió pasar por su trabajo. Mencionar su nombre, escribir una nota, se prohibió todo lo relacionado con ella e intento ser un hombre nuevo, otra persona, experimentó miles de formas y caminos antes de llegar a lo que ahora es, se sintió como quetzal enjaulado.
En aquélla ocasión, al estar platicando con la Maestra Betsy, ella le confió casi a escondida que era su cumpleaños, a lo que él reaccionó, que tenia ganas de vivir un cumpleaños y sintió de buen agrado la invitación a comer y festejar así un cumpleaños en ese día.
La misantropía, se esfumo por completo en aquel restaurante tan lleno de gente conocida, tan mal que le caía andar en sitios públicos, donde todo mundo acude, saludar , estrechar manos conocidas y desconocidas. Aun en su aparente sociabilidad y extroversión, sentía cierto agrado en buscar la soledad, le gustaba la montaña, el mar en invierno, la calma de los días de julio y agosto en la ciudad de México, caminar por las estrechas calles de Guanajuato donde nadie lo conocía, entrar a una cantina en Zamora, caminar con el dorso desnudo por las callejuelas de Zitácuaro, ir descalzo por Hidalgo y viajar sin prisa y periódico en el metro de Ciudad de México.
En aquella comida, pensó con todas sus fuerzas que era ella misma la festejada y jugó a lo que se estaba acostumbrando, cuando le pregunto sobre el perfume que traía, le sorprendió que fuera el mismo que usa ella, tenia esa risa y postura de adolescente enamorada. No recuerda con precisión cuando termino ese festejo, ni como llegó al Olimpo, a la hora en que los dioses se embriagan con el atardecer.
En todo este tiempo había logrado amar su alma, su imagen, su figura imaginaria de todos los días, su cuerpo, su pelo, sus coincidencias; sus miles de manera de conseguir lo que quería, lo que tenia; porque ella tenia todo, pero menos un tiempo para el amor.
La calma del viaje, y el consuelo del pensamiento, Ginebró su corcel imaginario cuando fue convidado por Morfeo hacia su reino, ahí se dispuso construirla , hacerla a imagen y semejanza de sus versos, de sus sueños, de sus locos arrebatos de todos los días compartidos en la imaginación de la nostalgia.
Construir en su mente y papel aquella figura dispuesta, que siempre tenia algo que decir de sus versos, siempre estaba en su pensamiento, la que no tenia mas trabajo que amarla y quererse, era raro ir a su pensamiento y encontrarla sin relojes, ni computadoras y con tiempo para lo que se precisará.
Muchas veces se fugaron a la laguna en calma, donde llegaban en su unicornio, le regalaba las más bellas rosas de cristal con lunas y soles brillantes, ahí tenían su nido todas las estrellas fugaces y arco iris, que los despechados esperaban en cualquier valle para pedirles un deseo, ellos las lanzaban al cielo como cometas, como flechas, como dardos, como sueños.......como ilusión fugaz
Cuantas noches de sus vidas, tirada en la tibieza de la arena de sus costas, había pedido que la amara; despacio, arrebatado, con poesías, después de la última copa, revolcados ente olas blancas y cubiertos de sal; era ahí, donde le pedía una historia, que le buscara una estrella, que seleccionara el mejor destello de la oscuridad y lo pusiera en su pelo color miel y cobijo del celo de la noche..
Era el lugar visitado los jueves, los lunes y después del viernes, era refugio en la soledad, contacto con la naturaleza, la música del agua cuando cae, de las aves cuando se cortejan, juegan y discuten. El aire al pasar dejaba un canto suave que le soplaba en el oído, ella le contaba las canas y planchaba sus arrugas, con sus ruidosos silencios, preguntando la historia de cada una.
Esos días, no tuvo tiempo de reflexionar en todo el cúmulo de experiencias vividas, no sabia exactamente cual era el papel que estaba tomando, pero le gustaba todo lo que sé estaba dando y que no terminara nunca, ni que dejara de venir a este lugar, cercano al cielo, donde los dioses habían dispuesto y regalado para ese día de amor y promesa de la vida.
Es tan linda, tan joven y agradable; en la cama algo soñado y realizado, capaz de tatuar en la piel su aroma y dibujar en mis noches, todas esas formas de hacer el amor, de irlo construyendo, despacio, con frases, con movimientos, con su boca deslizando mi nombre , poemas sentidos y en sus espalda jugando con mi imaginación despierta , atravesando su piel una y otra vez.
Una noche no basta para engañar la luna y sus estrellas, diciendo que soy su Pigmaleon, pero siento y vibro con las letras de su nombre y se me paraliza la vida pensándo y deseando volver a este lugar.
Aun siento el olor de su piel pegada a mí, la sabia de mi cuerpo haciendo explosión y su voz de nueva cuenta, pidiéndo otra vez que la lleve de paseo al cielo y sus infiernos, a la felicidad. Mientras voy creando otra historia y cuentos de amor, para dormir juntitos, un sueño despierto
Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhyyyyyyyyyyy amor, cuantas cosas en un solo día, ahora si te puedo decir que mi cuerpo pregunta por ti, ha pasado a penas dos sueños y ya te extraño, quisiera estar contigo todo el tiempo, bajar y subir por tu cuerpo como lo hace tu respiración, de los pies a la cabeza.
Quisiera que nunca pensaras en las cosas que no te gustan de mí, en mi condición prohibida y negada a tu conciencia primera, que me dejaras sentir y amar, como lo que era, como lo que soy, con toda la suerte de no tener lo que te disgusta ni ser de nadie mas; que dejaras aquellas cosas que te han hecho huir.
Que hermoso, solo de mí y de nadie mas, disfrutar tu cuerpo, besarte despacio, que sientas mi felicidad caliente bajar por tu cuello, que me mires con esos ojos de luz, de esperanza, tentar tu corazón, aspirar su aroma, acariciar tus carnes duras, tus robustos pechos; bajar por tu cadera, danzar a los son del respirar, en un vaivén de tu cuerpo, probar tu sabia, como se prueba la miel, con los sueños llenos de ti y conservar sus letras como poema clásico.
Nunca mas, de nadie, solo mía, solo yo penetrando lo más recóndito de ti, traspasar tu cuerpo y quedarme ahí, como se quedan los pajarillos en los nidos, después beber en tu cuerpo todos los sabores , los recuerdos, los sueños. Quedarme abrazado frente a ti, sintiendo tu corazón joven latir en mi pecho, mientras tu mano traviesa y cierta va por mas vida.
Me gusta recorrer tu cuerpo sin complejos, entrar y salir por todos los lados, hacerte el amor, que no haya lugar sin visitar, que no haya prisas, poesías sin vivir, tomarte toda, despacio, con la calma que tienen los que saben que después de mucho esperar, llego la primavera a juntarse al otoño.
Verte de frente y sin prisas, ni trabajos por hacer, disfrutando este amor, ver la majestuosidad de tu cuerpo, que se mueve hacia mí, ensayar mil forma de ver y sentir la noche, inventar juegos, deshacer aquellas formas que nos enojan e intentar otras que nos gusten........... en la noche misma escuchar tu piel, tus piernas acariciando mi pelo y tu como sirena, dejarte llevar a nuevos tsunamis, hacerte temblar, provocar en ti uno, dos, cinco, mil, dos mil letras inéditas y todas aquellos canciones que tu cuerpo resista y que tu piel quiera.
Después, caer fatigados en un sueño, dormir en tus brazos, que acaricies mis sueños e inconsistencias, que me quieras, que me digas una y otra vez; -aunque me mientas- que eres feliz, que me amas, que me invites de nuevo a entra en ti y disfrutar toda tu magia, despierten de nuevo las ganas y prenderme, incendiarme en la hoguera de tu piel, de tu cuerpo......como la primera vez, sin penas, sin vergüenzas y con algo de amor renaciente.
Estar contigo lo revoluciona todo y hace que las cosas parezcan distintas, pones magia a todo lo que tus ves y yo me quiero ver en tus ojos, que me hables, que me digas cosas lindas y luego me preguntes por mi vida y yo abra celoso el baúl de mis sueños y recuerdos y los deposite en tu pecho como caja de Pandora, abierta a los misterios, a todas las sorpresas y milagros de este día..
quiero siempre estar ahí
Cuando ya desnuda de sueños, se disponía a contra luz aparecer como llama incandescente frente a sus ojos, con la intención de incendiar el fuego de sus cuarenta grados, sintió que alguien le hablaba y movía sus hombros, escuchando a lo lejos la voz: .
_Despierta dormilón, ya hemos llegado, -le dijo la aeromoza, extendiendo una tarjeta, es mi día de descanso y estaré en la ciudad, búscame para que cuentes tus misterios y lo que sabes del prendedor.
EL se incorporó en el asiento, con un terrible dolor de nostalgia y ansioso por la interrupción su sueño pigmaleonico.
-Te llamaré por la tarde _le dijo,_ juntando los papeles desordenados que habían quedado.
Bajando a tumbos del avión, visualizo a quien venia por él, para llevarlo al congreso.
-¿qué tal el viaje?
-maravilloso,
¿Maravilloso?
- ¿Pensé lo contrario a decir por tu aspecto?
- Bueno así como este viaje, puedo ir a la luna, pero me quedo en las estrellas.
-Bien, vamos pues.
Al abordar el coche, fijó la vista en lo grisáceo del panorama citadino y como para huir de la psicosis urbana de marchas, claxon y vendedores; intento refugiarse en las notas de una canción;
Que maneras mas curiosas
De recordar tiene uno, que maneras mas curiosas
Hoy recuerdo mariposas
Que ayer solo fueron humo
Mariposas mariposas
Que emergieron del oscuro
bailarinas silenciosas
tu tiempo era, ahora una mariposa, navecita blanca delgada nerviosa
siglos atrás, inundaron un segundo debajo del cielo, encima del mundo tu tiempo era ahora una mariposa
LENNOX
SIMILAI;UNA HISTORIA DE DESAMOR Y NOSTALGIA
Fui solo como un túnel. De mí huían los pájaros
y en mí la noche entraba su invasión poderosa.
Para sobrevivirme te forjé como un arma,
como una flecha en mi arco, como una piedra en mi honda.
Pero cae la hora de la venganza, y te amo.
PABLO NERUDA
Al leer esta ultima edición del maestro José Fausto, me quedan por los rincones del alma, algunas notas de nostalgias que quieren escabullirse hacia las canciones de José Alfredo, cuando el compositor y poeta Guanajuatense, pregunta: porque se fue………….la historia de estos encuentros y desencuentros de Cecilio con Similai, tiene ese sabor a campo, a dolor, a pasión , a viñedo, a flor de naranjo, a albahacar y la ligereza de una liebre orejona, pisoteando la noche, para amarrar el corazón antes que se desangre por completo y vender los animales para tener dinero e ir en busca de la mujer amada.
Pero también tiene ese sabor a Miguel Hernández, a los versos de aquel poeta campesino, que contemplaba maravillado el campo y las estrellas, la lluvia, las propiedades de las hierbas, los ritos de la fecundación de los animales, la ordeña y que luego, enviaba a su amada Josefina, en un poema.
Entre Miguel Hernández y Cecilio, hay un símil, cuando el referente al amor de la hembra, está ligado al alumbramiento de la naturaleza en sus flores, en la renovación de la tierra, en la forma de recordarla y esperar un par de hijas, mientas se abre una brecha entre los breñales, con el corazón en un puño; preparando la tierra para el barbecho, o se hace un canal para riego.
Que triste es la tristeza de Cesar Vallejo dijo alguien y que profunda es la alegría del querer, cuando nos deja el dolor como tatuaje, que no lo curara ni el alcohol, ni los bandoleros que quieren acabar con nuestra vida, ni la pasión de otra prostitutas, ni el cobijo de nuestra madre, como tampoco el amor inmensurable de la Nana Viviana. El dolor se cura, se reproduce y transforma, solo con nuestra putilla, aquella, que arrancamos de un burdel y llevamos a casa, semejante al acto de Cecilio con Similai.
Al leer la historia de amor y desamor que encierra esta nueva producción del maestro Fausto, quede maravillosamente sorprendido, un relato fresco, diferente a los otros que había leído………….. (Y mira que he leído gran parte de su producción y ensoñación)
En esta historia de amor, me gustò acompañar por la memoria y reflexión al abandonado Cecilio, vivir su dolor, sus interrogantes, esa forma victoriana, de seguir “sus pasos, su caminar, como lobo en celo desde su hogar, con la puertas abiertas de par en par” buscando el menor indico del amor, en un trago de ron, en una barca, en la furia de encontrar esa persona que dejo enfriar nuestra cama, para irse al mundo, que al final la despreciaría, porque la tierra solo tiene un sol que la caliente y el cielo muchas estrellas y ella solo tiene a Cecilio, que le entrego todo sin pestañar, desde el aroma del jardín. El puño de tierra húmeda, el vuelo de la mariposa por encima del ester coladero, hasta nublar la vista, solo por el calor de sus pies y sus pechos.
Me parece que al leer este relato de encuentros y desencuentros, nos involucramos en la pasión del personaje, nos solidarizamos con su dolor, con la libertad de Similai, con la orfandad de sus hijas, con la hermosura de los paisajes campiranos, con la angustia de los trabajadores que tiraron las vías del tren y lloraron borrachos de dolor por un amor a las afuera de cualquier antro, nos involucramos y solidarizamos con la razón y motivos de los indios tozudos, perseguidos y exterminados del paisaje.
Se siente empatìa con todas las imágenes que recuerda el personaje, que nos narra y “obliga” a no dejar la lectura para ver en que termina la historia y saber lo que sucederá con ELLA, con EL. Si encontrará a alguien que la ame mas que Cecilio, o sucederá como en el poema de Ernesto Cardenal, donde finalmente los dos pierden, pero los costos del amor recaen siempre en el ausente, ya que en un desencuentro, los dos pierden, pero uno pierde mas que el otro, ya que Cecilio podrá amar a otras, como amaba a Similai; pero nadie amara a SIMILAI, como la amo Cecilo, de tal forma que en este desencuentro, ella es la que pierde mas.
Si la historia de amor, que nos narra Fausto en esta entrega, se hubiera dado en la ciudad, quizás no la estuviéramos comentando, cantando y celebrando en este 2 de octubre. Aunque a decir de Gilberto Guevara Niebla, en su libro 1968, largo camino a la democracia; la gesta estudiantil fue una fiesta, que José Revueltas convirtió en relatos poéticos y los jóvenes de aquel tiempo en revolución contra las estructuras autoritarias en la sociedad; pero, tampoco seria una historia de amor para contarse, ni leerse, ni vivirse; porque ya sabemos que “las distancias apartan las ciudades y las ciudades, destruyen las costumbres”. Sin duda Cecilio, hubiera encontrado una mesa en cualquier cantina y al son de la que se fue, se le hubiera acabado la fuerza de su mano izquierda, y en el ultimo brindis de un bohemio, hubiera olvidado el olor de Similai, sus besos tan deseado y terminado en un camastro de cualquier hostal, como se olvida en la ciudad, cuando un clavo saca a otro clavo.
Finalmente, que mas podemos esperar de un tipo como Cecilio, nacido en el campo, entre estiércol, puro y vino, atado a la tierra y sus manifestaciones, alguien que vive una relación amorosa con la tierra, con la parcela, con los loros, con los becerros, con el aire; que le sacaba diversión a la naturaleza y disfrutaba a retazos la alegría de los pájaros, sin codicia por los ojos de la naturaleza, que se movían por todas partes del mundo.
Este amor campesino, mas allá de las reformas al articulo 27, pero más acá de las canciones de José Alfredo y contiguo a la inspiración de los poetas latinoamericanos, con quienes crecimos y nos permitieron ver la luz al final del túnel en una noche cualquiera de un abandono Similar,
Es por eso que hoy queremos recitar junto a Neruda, una copla por SIMILAI. No por su abandono, no por los recuerdos, no por la penas. Sino, una colpa por el amor que nos trajo, sin el cual, nuestro corazón estaría triste de no haber amado y la vida misma, no tendría sentido y la nostalgia no hubiera echo posible, contar esta historia.
UNA COPLA POR SIMILAI.
Similai,
En esta noche oscura de tu abandono,
puedo escribir los versos más tristes,
Escribir por ejemplo, que los perros ladran los pasos de tu abandono.
Que el viento empujo la penumbra de la tristeza, levantando tus alas,
y te fuiste como se van las golondrinas,
reventando con su aleteo el viento.
Yo la quise y a veces ella también me quiso.
En noches como esta, me pidió, que no la dejara,
que la besara lentamente, como la noche al día;
cuando atraque su corazón….o su pulmón.
Ella me quiso, a veces yo también la quería,
como no amarla si fui yo quien la rescató,
del ladrido de los perros ebrios, y la babaza de los coyotes,
del lodazal de los bribones y las prostitutas fáciles.
Pudo escribir los versos más tristes esta noche,
Pensar que no la tengo, sentir que la he perdido.
Ver alzarse el sol brillante por la mañana
Y caer altivo, presuntuoso por las tardes,
Mientras va por ahí sin comer y sin sandalias,
Yo la espero junto al fuego y la busco por antros y burdeles.
La noche esta estrellada y ella no esta conmigo,
Yo la busco, Junto al aire que corre temprano, en los campos mojados;
y los tianguis que venden mujeres fáciles.
Ya no la quiero es cierto, pero cuanto la quiero
¡Quiéreme! Me dijo aquella noche y la ame
¡Quiéreme! Me pidió aquel día y así fue,
¡Protégeme! Insinuó y así lo hice.
Mi corazón la busca y ella no esta conmigo,
Ya los manzanos enanos comienzan a florecer,
La misma flora viste sus mejores galas,
Y nuestros nombres, siguen colgados en el tiempo y la nostalgia
Ya no la quiero es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor y es tan largo el olvido.
LENNOX
y en mí la noche entraba su invasión poderosa.
Para sobrevivirme te forjé como un arma,
como una flecha en mi arco, como una piedra en mi honda.
Pero cae la hora de la venganza, y te amo.
PABLO NERUDA
Al leer esta ultima edición del maestro José Fausto, me quedan por los rincones del alma, algunas notas de nostalgias que quieren escabullirse hacia las canciones de José Alfredo, cuando el compositor y poeta Guanajuatense, pregunta: porque se fue………….la historia de estos encuentros y desencuentros de Cecilio con Similai, tiene ese sabor a campo, a dolor, a pasión , a viñedo, a flor de naranjo, a albahacar y la ligereza de una liebre orejona, pisoteando la noche, para amarrar el corazón antes que se desangre por completo y vender los animales para tener dinero e ir en busca de la mujer amada.
Pero también tiene ese sabor a Miguel Hernández, a los versos de aquel poeta campesino, que contemplaba maravillado el campo y las estrellas, la lluvia, las propiedades de las hierbas, los ritos de la fecundación de los animales, la ordeña y que luego, enviaba a su amada Josefina, en un poema.
Entre Miguel Hernández y Cecilio, hay un símil, cuando el referente al amor de la hembra, está ligado al alumbramiento de la naturaleza en sus flores, en la renovación de la tierra, en la forma de recordarla y esperar un par de hijas, mientas se abre una brecha entre los breñales, con el corazón en un puño; preparando la tierra para el barbecho, o se hace un canal para riego.
Que triste es la tristeza de Cesar Vallejo dijo alguien y que profunda es la alegría del querer, cuando nos deja el dolor como tatuaje, que no lo curara ni el alcohol, ni los bandoleros que quieren acabar con nuestra vida, ni la pasión de otra prostitutas, ni el cobijo de nuestra madre, como tampoco el amor inmensurable de la Nana Viviana. El dolor se cura, se reproduce y transforma, solo con nuestra putilla, aquella, que arrancamos de un burdel y llevamos a casa, semejante al acto de Cecilio con Similai.
Al leer la historia de amor y desamor que encierra esta nueva producción del maestro Fausto, quede maravillosamente sorprendido, un relato fresco, diferente a los otros que había leído………….. (Y mira que he leído gran parte de su producción y ensoñación)
En esta historia de amor, me gustò acompañar por la memoria y reflexión al abandonado Cecilio, vivir su dolor, sus interrogantes, esa forma victoriana, de seguir “sus pasos, su caminar, como lobo en celo desde su hogar, con la puertas abiertas de par en par” buscando el menor indico del amor, en un trago de ron, en una barca, en la furia de encontrar esa persona que dejo enfriar nuestra cama, para irse al mundo, que al final la despreciaría, porque la tierra solo tiene un sol que la caliente y el cielo muchas estrellas y ella solo tiene a Cecilio, que le entrego todo sin pestañar, desde el aroma del jardín. El puño de tierra húmeda, el vuelo de la mariposa por encima del ester coladero, hasta nublar la vista, solo por el calor de sus pies y sus pechos.
Me parece que al leer este relato de encuentros y desencuentros, nos involucramos en la pasión del personaje, nos solidarizamos con su dolor, con la libertad de Similai, con la orfandad de sus hijas, con la hermosura de los paisajes campiranos, con la angustia de los trabajadores que tiraron las vías del tren y lloraron borrachos de dolor por un amor a las afuera de cualquier antro, nos involucramos y solidarizamos con la razón y motivos de los indios tozudos, perseguidos y exterminados del paisaje.
Se siente empatìa con todas las imágenes que recuerda el personaje, que nos narra y “obliga” a no dejar la lectura para ver en que termina la historia y saber lo que sucederá con ELLA, con EL. Si encontrará a alguien que la ame mas que Cecilio, o sucederá como en el poema de Ernesto Cardenal, donde finalmente los dos pierden, pero los costos del amor recaen siempre en el ausente, ya que en un desencuentro, los dos pierden, pero uno pierde mas que el otro, ya que Cecilio podrá amar a otras, como amaba a Similai; pero nadie amara a SIMILAI, como la amo Cecilo, de tal forma que en este desencuentro, ella es la que pierde mas.
Si la historia de amor, que nos narra Fausto en esta entrega, se hubiera dado en la ciudad, quizás no la estuviéramos comentando, cantando y celebrando en este 2 de octubre. Aunque a decir de Gilberto Guevara Niebla, en su libro 1968, largo camino a la democracia; la gesta estudiantil fue una fiesta, que José Revueltas convirtió en relatos poéticos y los jóvenes de aquel tiempo en revolución contra las estructuras autoritarias en la sociedad; pero, tampoco seria una historia de amor para contarse, ni leerse, ni vivirse; porque ya sabemos que “las distancias apartan las ciudades y las ciudades, destruyen las costumbres”. Sin duda Cecilio, hubiera encontrado una mesa en cualquier cantina y al son de la que se fue, se le hubiera acabado la fuerza de su mano izquierda, y en el ultimo brindis de un bohemio, hubiera olvidado el olor de Similai, sus besos tan deseado y terminado en un camastro de cualquier hostal, como se olvida en la ciudad, cuando un clavo saca a otro clavo.
Finalmente, que mas podemos esperar de un tipo como Cecilio, nacido en el campo, entre estiércol, puro y vino, atado a la tierra y sus manifestaciones, alguien que vive una relación amorosa con la tierra, con la parcela, con los loros, con los becerros, con el aire; que le sacaba diversión a la naturaleza y disfrutaba a retazos la alegría de los pájaros, sin codicia por los ojos de la naturaleza, que se movían por todas partes del mundo.
Este amor campesino, mas allá de las reformas al articulo 27, pero más acá de las canciones de José Alfredo y contiguo a la inspiración de los poetas latinoamericanos, con quienes crecimos y nos permitieron ver la luz al final del túnel en una noche cualquiera de un abandono Similar,
Es por eso que hoy queremos recitar junto a Neruda, una copla por SIMILAI. No por su abandono, no por los recuerdos, no por la penas. Sino, una colpa por el amor que nos trajo, sin el cual, nuestro corazón estaría triste de no haber amado y la vida misma, no tendría sentido y la nostalgia no hubiera echo posible, contar esta historia.
UNA COPLA POR SIMILAI.
Similai,
En esta noche oscura de tu abandono,
puedo escribir los versos más tristes,
Escribir por ejemplo, que los perros ladran los pasos de tu abandono.
Que el viento empujo la penumbra de la tristeza, levantando tus alas,
y te fuiste como se van las golondrinas,
reventando con su aleteo el viento.
Yo la quise y a veces ella también me quiso.
En noches como esta, me pidió, que no la dejara,
que la besara lentamente, como la noche al día;
cuando atraque su corazón….o su pulmón.
Ella me quiso, a veces yo también la quería,
como no amarla si fui yo quien la rescató,
del ladrido de los perros ebrios, y la babaza de los coyotes,
del lodazal de los bribones y las prostitutas fáciles.
Pudo escribir los versos más tristes esta noche,
Pensar que no la tengo, sentir que la he perdido.
Ver alzarse el sol brillante por la mañana
Y caer altivo, presuntuoso por las tardes,
Mientras va por ahí sin comer y sin sandalias,
Yo la espero junto al fuego y la busco por antros y burdeles.
La noche esta estrellada y ella no esta conmigo,
Yo la busco, Junto al aire que corre temprano, en los campos mojados;
y los tianguis que venden mujeres fáciles.
Ya no la quiero es cierto, pero cuanto la quiero
¡Quiéreme! Me dijo aquella noche y la ame
¡Quiéreme! Me pidió aquel día y así fue,
¡Protégeme! Insinuó y así lo hice.
Mi corazón la busca y ella no esta conmigo,
Ya los manzanos enanos comienzan a florecer,
La misma flora viste sus mejores galas,
Y nuestros nombres, siguen colgados en el tiempo y la nostalgia
Ya no la quiero es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor y es tan largo el olvido.
LENNOX
TU ME ACOSTUMBRASTE
Tu me acostumbraste,
a no escribir de madrugada, para terminar mis sueños,
a esperar tus silencios de sábados y domingos,
A imaginarte trajinando todo el día;
A buscar tu pensamiento en la prisa.
Tu me acostumbraste,
al café, a tus cartas, a la sorpresa diaria,
A compartir, aquello que solo contigo;
a vivir una ilusión en la esperanza.
Tu me acostumbraste,
a esperar que el tiempo madure la relación,
A escribir un poema para ti y un verso para tu pecho;
a que mi alma te busque por las tardes.
Tu me acostumbraste,
a los sueños a media luz, a esperar su realización,
a soltar el corazón en un viaje desconocido,
A apostar lo que se es y lo que se tiene;
A siempre ganar.
Tu me acostumbraste,
A vivir el amor, después de un coraje,
A tratar tu cuerpo, como ciudad liberada,
A leer versos de Benedetti, después del sexo,
Antes, durante y en todo tiempo.
Tu me acostumbraste,
A llegar de madrugada a tus sueños;
A brincar dos pesadillas a, corretearte por mil ensueños
A inventar cuentos de terror para tus hijas;
A emborracharme con tequila.
Tu me acostumbraste,
A compartir con tus amigas, a fumar con tus amigos
A discutir con tu pareja, a cenar con tus hijas,
A recogerte de madrugada
A esperarte de tarde, siempre en las tardes
Para hacerlas noches, duermevelas.
LENNOX
a no escribir de madrugada, para terminar mis sueños,
a esperar tus silencios de sábados y domingos,
A imaginarte trajinando todo el día;
A buscar tu pensamiento en la prisa.
Tu me acostumbraste,
al café, a tus cartas, a la sorpresa diaria,
A compartir, aquello que solo contigo;
a vivir una ilusión en la esperanza.
Tu me acostumbraste,
a esperar que el tiempo madure la relación,
A escribir un poema para ti y un verso para tu pecho;
a que mi alma te busque por las tardes.
Tu me acostumbraste,
a los sueños a media luz, a esperar su realización,
a soltar el corazón en un viaje desconocido,
A apostar lo que se es y lo que se tiene;
A siempre ganar.
Tu me acostumbraste,
A vivir el amor, después de un coraje,
A tratar tu cuerpo, como ciudad liberada,
A leer versos de Benedetti, después del sexo,
Antes, durante y en todo tiempo.
Tu me acostumbraste,
A llegar de madrugada a tus sueños;
A brincar dos pesadillas a, corretearte por mil ensueños
A inventar cuentos de terror para tus hijas;
A emborracharme con tequila.
Tu me acostumbraste,
A compartir con tus amigas, a fumar con tus amigos
A discutir con tu pareja, a cenar con tus hijas,
A recogerte de madrugada
A esperarte de tarde, siempre en las tardes
Para hacerlas noches, duermevelas.
LENNOX
LA GRAN DAMA
Cuando a la aula llegó,
Siempre supe que no venia por conocimiento;
Si no, a encontrarse con lo inesperado;
Con la parte oscura de su destino.
Era maravilloso ver
Como revoloteaba todo y me dejaba en el mismo lugar;
su forma de ignorarme, me ato a su risa
y perseguí su sombra.
Me convirtió en su triste examen final,
en el fastidio de todas las tardes, yo, con mis desplantes autoritarios
Ella, Con sus poses de Gran Dama
Le parecían divertidos mis enojos;
Era impresionante como estaba en todo y ausente de mí.....
Pero me acostumbre a ella, como la noche a la luna
Y perseguí su luz.
Muy pronto me fueron insoportables e irritantes,
Sus largas ausencias de un día,
sus llegadas intempestivas y destilando indiferencia,
Su presencia ajena.
Fue entonces cuando la luna
Entro en el eclipse de mi vida, oscureciendo el verso,
Terminando en el naufragio de estas letras conocidas y recinto de la nostalgia,
Donde se disemina el dolor y olvido;
renaciendo la esperanza
Una vez más.
Me miro como habitante reincidente,
De viejas letras lacrimosas y nuevos dolores,
Sufriente del lápiz y la hoja; del corazón y el ginebra;
Donde tanto verso escrito a la Gran Dama, no logran convocar su atención.
Espero ese día;
en que vendrás a mí, como torbellino de accion,
Como venias en las tardes aquellas, a ignorar mis clases,
Y otoñal presencia.
Espero ese día, Como el confesor a su penitente;
Como el poeta a la noche,
LENNOX
Siempre supe que no venia por conocimiento;
Si no, a encontrarse con lo inesperado;
Con la parte oscura de su destino.
Era maravilloso ver
Como revoloteaba todo y me dejaba en el mismo lugar;
su forma de ignorarme, me ato a su risa
y perseguí su sombra.
Me convirtió en su triste examen final,
en el fastidio de todas las tardes, yo, con mis desplantes autoritarios
Ella, Con sus poses de Gran Dama
Le parecían divertidos mis enojos;
Era impresionante como estaba en todo y ausente de mí.....
Pero me acostumbre a ella, como la noche a la luna
Y perseguí su luz.
Muy pronto me fueron insoportables e irritantes,
Sus largas ausencias de un día,
sus llegadas intempestivas y destilando indiferencia,
Su presencia ajena.
Fue entonces cuando la luna
Entro en el eclipse de mi vida, oscureciendo el verso,
Terminando en el naufragio de estas letras conocidas y recinto de la nostalgia,
Donde se disemina el dolor y olvido;
renaciendo la esperanza
Una vez más.
Me miro como habitante reincidente,
De viejas letras lacrimosas y nuevos dolores,
Sufriente del lápiz y la hoja; del corazón y el ginebra;
Donde tanto verso escrito a la Gran Dama, no logran convocar su atención.
Espero ese día;
en que vendrás a mí, como torbellino de accion,
Como venias en las tardes aquellas, a ignorar mis clases,
Y otoñal presencia.
Espero ese día, Como el confesor a su penitente;
Como el poeta a la noche,
LENNOX
Suscribirse a:
Entradas (Atom)